Kelsey necesita desesperadamente 15.000 dólares para subsanar un terrible error del pasado, y esa es la razón que la lleva a aceptar un trabajo como modelo para el célebre fotógrafo Wyatt Royce. Pero cuando llega a la sesión de fotos, Kelsey descubre que detrás de ese nombre artístico está su amor de juventud, el chico a quien entregó su inocencia en una noche de fatales consecuencias. Wyatt es también el hombre a quien ha intentado borrar de su corazón con todas sus fuerzas.
Él llevaba meses buscando a una mujer muy especial para convertirla en el centro de la exposición de fotos y, al ver a Kelsey, comprende que es la modelo y la mujer perfecta.
¿Qué nos ha gustado?
- Segundas oportunidades: con No quería enamorarme Kenner nos ofrece un romance de segundas oportunidades envuelto con lazo erótico y colocado en el sensual mundo de la fotografía. Lo cierto es que la base de la novela no falla y resulta muy atractiva. Tampoco falla la pieza clave, la pareja protagonista, que consigue encajar de forma explosiva a pesar de que en algún que otro momento tengamos ganas de gritarles para que se paren un poquito a hablar y así evitar malentendidos.
- Errores del pasado: más allá de una novela erótica, Kenner introduce un importante componente sentimental-psicológico a través de los fantasmas del pasado que ambos protagonistas arrastran. Esto hace que la novela escarbe más allá de lo superficial y se adentre en detalles personales que consiguen hacer de los personajes seres más reales.
- Bien llevado: como decíamos antes, los elementos básicos del libro no decepcionan y esto, unido a un ritmo bastante ágil que engancha más que aburre, hace que la novela pase en un suspiro hasta un final bastante coherente y atado.
¿Qué no nos ha gustado?
- Sin sorpresas: No quería enamorarme no es una novela para sorprendernos. Al contrario. No nos será difícil averiguar cómo acabará la historia desde el principio pues el argumento es bastante predecible.
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