¿Qué nos ha gustado?
- Suspense, suspense, suspense: aunque El corredor del laberinto es una novela distópica, James Dashner juega más con el misterio de lo que hicieron autores como Collins o Roth. Los secretos que encierra el laberinto nos mantienen en tensión y nuestros deseos de descubrir más cosas de Thomas y el resto de clarianos lideran la trama hasta volverla adictiva.
- Estilo fluido: la prosa de Dashner es muy apropiada tanto para el género como para el público. Una narrativa rápida que, sin embargo, no pierde fuerza en las descripciones y que destaca sobre todo en los diálogos, los verdaderos baluartes del libro.
- Exprimiendo el género: es cierto que El corredor del laberinto posee elementos comunes con algunos libros distópicos que han ido surgiendo a raíz del boom de Los Juegos del Hambre. Pero dejando a un lado estas pequeñas coincidencias, es un libro original y diferente que da otro giro de tuerca a un género que no deja de sorprendernos.
¿Qué no nos ha gustado?
- No todos iguales: ciertos personajes de la novela no poseen la riqueza de otros. Sorprende en este sentido que Dashner construya una figura como Minho que, como secundario, está muy bien definido y que, sin embargo, no le confiera la misma presencia a Teressa, un personaje que, a pesar de su importancia, acaba pasando muy desapercibido.
2 comentarios :
Lo de Teresa se entiende, estuvo medio libro en coma.
Publicar un comentario